Comer y beber en Mallorca

La cocina mallorquina es muy variada. El mar que la rodea ofrece numerosas especies de pescado y marisco, algo que ha influido enormemente en la cocina de las regiones costeras. Más hacia el interior de la isla encontraremos los guisos como especialidad culinaria.

La dieta mediterránea

Un desayuno típico mallorquín suele ser bastante escaso y consistir en un café y tal vez una galleta o una tostada. Muchos se reúnen en los bares por la mañana para tomar un segundo desayuno y leer el periódico. A mediodía es muy popular comer de menú en algún bar o restaurante ya que suelen ser económicos y la comida se sirve rápidamente. Durante el fin de semana, las familias mallorquinas pueden preferir los mesones o las comidas en casa. Por la noche hay una amplia oferta de restaurantes, desde sencillos restaurantes de pescado hasta establecimientos de 5 estrellas. Estos suelen abrir al público a las 20.00 horas. Las zonas turísticas están algo más orientadas a los hábitos de los viajeros, por lo que los restaurantes suelen abrir antes y ofrecen también cocina internacional.

Costumbres típicas en los restaurantes

En los restaurantes más exclusivos de la isla hay que esperar a que el camarero o la camarera le siente en una mesa y nunca debería sentarse en una mesa que ya esté ocupada. Lo mismo ocurre en los bares y cafeterías. Si desea pagar por separado deberá indicarlo al pedir cuenta. La propina se suele dejar junto a la cuenta en la mesa o en un pequeño plato.

Especialidades mallorquinas

Una especialidad de la cocina mallorquina es la llamada "coca de verduras". La "pizza mallorquina" es una especie de pastel frío de verduras que suele servirse en los bufés o en las fiestas. La base está hecha de harina, agua, aceite de oliva y levadura. Por último, se coloca una mezcla de espinacas, remolacha, cebollas, puerros y tomates, y se condimenta con ajo, aceite de oliva y pimentón.

Guisos y arroces

Los guisos conforman una gran parte de la cocina mallorquina, especialmente los guisos de arroz como el "arròs brut". Este guiso se prepara con carne, coliflor, guisantes y alcachofas entre otras cosas y se sazona con azafrán. "Brut" significa "sucio" - en este caso significa "todos los restos de carne que pueda encontrar en la nevera" (sobras de cordero, conejo, cerdo, pollo, etc.). En el interior de la isla también puede encontrarlo con caracoles, mientras que los guisos de arroz también se preparan a veces con pescado, por ejemplo el "arròs de peix", que se prepara con calamares y gambas.

Pescado

Ya que el mar que rodea a las Islas Baleares es relativamente escaso en cuanto a pescado, el marisco no solía ser una parte importante de la dieta mallorquina. Sin embargo, poco a poco el pescado y el marisco se han ido incorporando a la cocina mallorquina, especialmente en las regiones costeras. En este caso "menos es más"; ejemplos de este tipo de son evidentes en platos como los calamares con salsa de picadillo (hecha con aceite, perejil, ajo y limón), servidos con ensalada, patatas y alioli. Este plato se puede encontrar en la mayoría de los restaurantes de la playa. Un recomendación sería el restaurante 'Can Lluch' situado en Cala Deià.

Carne

La carne de cerdo es un componente importante de la cocina mallorquina. Muchos menús también ofrecen aves de corral, conejo y cordero en diferentes variaciones. El conejo mallorquín es especialmente delicioso guisado con cebolla y suele servirse con patatas.

Delicias mallorquinas en Alemania

Una especialidad de la cocina mallorquina es la llamada "coca de verduras". La "pizza mallorquina" es una especie de pastel frío de verduras que suele servirse en los bufés o en las fiestas. La base está hecha de harina, agua, aceite de oliva y levadura. Por último, se coloca una mezcla de espinacas, remolacha, cebollas, puerros y tomates, y se condimenta con ajo, aceite de oliva y pimentón.

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